domingo, 24 de abril de 2011

Manuel Castells en la UNAM

Reflexión basada en la Conferencia "Comunicación y Poder" impartida por el Dr. Manuel Castells en la Faculta de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.






"Mejor nos adaptamos para no ser obsoletos" estas son palabras que el sociólogo Manuel Castells pronunció en una conferencia magistral que ofreció en la UNAM. Estas palabras que sin más parecieran no tener otro significado que recordarnos que el hombre, desde los primeros indicios de progreso y complejidad, ha buscado perpetuarse eternamente, pero también indican que los seres humanos buscan estar un paso delante de los problemas de interacción que entre ellos se gesta, siempre buscando evitar el conflicto y sus consecuencias.

Adaptarnos es una de las fórmulas que los seguidores del progreso y la modernidad tienden a ver como la receta mágica que llevará a la felicidad a la humanidad. Adaptar el suelo, la piel, la comida, etc. todo aquello que el hombre pueda manipular con la clara intensión de mantenernos en este planeta, muchas veces sin entender los efectos o las necesidades de todos lo que habitamos en la Tierra. 





No ser obsoletos, o sea no ser obstáculo, tropiezo o estar de sobra. La humanidad busca dar funcionalidad a todos, todos con un lugar, y todos con un papel que cumplir, aunque esto genere más caos y más lucha entre los individuos que no logren conseguir un lugar… todos aquellos que son marginados porque no tienen los niveles/estándares mínimos para ser incorporados. 

Cuando el Dr. Castells dice que “Mejor adaptarnos para no ser obsoletos” habla de una filosofía que versa sobre la gran capacidad de mantener sobreviviendo el hombre en este planeta. Pero, al mismo tiempo, versa sobre el problema la idea del progreso que se ha aplicado durante los últimos 300 años y que ha sido la razón por la cual se han detonado problemas en distintas naciones. La vigencia, en ésta lógica, se convertirá en el problema que nos atañe en un futuro: vigencia del individuo, de los Estados, de la cultura, de las regiones, de las localidades, en fin, de todo si es que queremos seguir siendo seres humanos tal cual nos concebimos.



Economía auto-gestionada y trabajo auto-gestionado

Reflexión basada en el texto "Innovative Policies for Urban Informal Economy".



En ésta ocasión se presenta un cuadro donde se expone la evolución del concepto de economía informal/actividad informal y el contraste con la economía formal.


Sector Formal /actividad formal
Sector informal-Actividad informal
Definición
Aquel sector económica regulado por leyes claras y que involucra la producción objeto o prestación de un servicio permitido, con la contratación empleados formales y el pago de transacciones e impuestos en tiempo y forma
La OIT (1972) argumenta que la informalidad se caracteriza en general por a) la facilidad de entrada, b) la dependencia de los recursos autóctonos, c) propiedad de la familia; d) las operaciones de pequeña escala, e) la tecnología laboral y de adaptación, f) las competencias adquiridas fuera del sector formal y g) los mercados no regulados y competitivos.
En los 80, el sector informal puede ser identificados como las actividades relacionadas con los ingresos no declarados de la producción de bienes y servicios jurídicos, es decir, todas las actividades económicas que pueden someterse a imposición en caso reportado a las autoridades fiscales.
En los 90, el sector informal fue entendido como un grupo de empresas familiares de generación de ingresos o de las empresas no constituidas en propiedad de domésticos, que incluye a) por cuenta propia de las empresas que pueden emplear trabajadores familiares o empleados de forma ocasional y b) las empresas de empleadores informales con un tamaño de la unidad por debajo de un cierto número de empleados y la falta de  registro de la empresa o sus empleados.  

Como se puede apreciar, las definiciones de economía informal y de trabajo informal en lo general no cambiaron su esencia. Estas concepciones se mueven hacia una delimitación legal (por pago de impuestos) de las actividades económicas y únicamente se limitan a ver si están o no autorizadas.


En contraste con lo anterior, la definición que se propone de economía autogestionada y de trabajo autogestionada es la siguiente: la primera es entendida como ese sector de la economía de una nación que a través de actividades de autoempleo y buscado saciar necesidades básicas de un auto-empleador, y dicha actividad puede no otorgarle las condiciones mínimas de trabajo o de prestaciones laborales; y la segunda es entendida como aquel trabajo realizado por un individuo en el cual el mismo es su jefe y director de las actividades que desarrolla dando lugar a la figura de autoempleador.     


¿Ser regularizado o no ser regularizado? Esa es la cuestión.

Reflexión basada en el texto "Formalizing the Informal Economy: The Case os Street Vendors in Mexico City"

Desde hace unas cuantas décadas era ordinario recorrer las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México y observar a varios grupos de ambulantes ofreciendo desde comida hasta cualquier tipo de producto (ya fuesen baratijas o productos de consumo básico). Caminar por el Centro no era lo mismo sin probar un elote asado o son comprar algún recuerdo de la zona. 


En cierta medida, los ambulantes eran un parte vital del folclore y de la naturaleza del mismo Zócalo Capitalino, pero al mismo tiempo era un foco de inseguridad y contaminación importante que debía ser atendido antes de que esto generara más problemas de los que ya estaba generando tanto a los comerciantes legalmente establecidos como a los mismos visitantes/consumidores que asistan a esta zona de la ciudad. 


Con la intención de lidiar con los problemas de violencia, inseguridad, limpieza y distribución del espacio en el Centro de la Ciudad, el Gobierno del Distrito Federal desde la administración de Andrés Manuel López Obrador hasta el reciente gobierno de Marcelo Ebrad han intentado lidiar con los ambulantes de la zona. En un primer momento busco reubicarlos de los principales edificios de la zona y posteriormente se ha buscado establecerlos en mercados construidos especialmente para estos comerciantes, pero todas las estrategias no han resultado tan útiles porque algunos de los mismos comerciantes tienden a regresar al primer cuadro a colocar sus puestos. 


Que sean regulados o no los puestos de ambulantes del Centro no es tan sencillo como pactar un ley en la Asamblea Legislativa del DF. Esto tiene que involucrar negociar con líderes, atender las necesidades reales de los ambulantes y la naturaleza misma de este tipo de actividad económica (la venta/compra por impulso de los que recorren la zona). Por tanto, regular o no a los ambulantes del Centro no puede ser sólo una política de campaña si es que en realidad se quiere modificar su situación se tiene que trabajar como un proyecto integral de mejorar de las condiciones económicas de la ciudad.